Desde Barcelona dirección Berga, pasando por la Pobla de Lillet llegamos a un indicador que nos conduce directamente a una esplanada donde podemos dejar el vehículo o tenemos la opción de seguir conduciendo por un camino de tierra hasta casi las mismas fuentes, aunque aconsejo hacer este pequeño tramo a pie para ir observando la bajada del rio.
El recorrido está marcado por unas escaleras y plataformas que van subiendo hasta Castellar y con plafones informativos sobre el recorrido del rio desde su nacimiento en Castellar de N´Hug hasta su fin en el Delta del Llobregat.
La mejor época y la más espectácular para hacer esta visita sería en primavera, ya que el deshielo de las montañas que alimentan al rio hace que su caudal sea abundante y las aguas bajen con fuerza produciendo espectáculares cascadas.
En este caso y siendo otoño, las fuentes no estaban en su mejor momento, pero no por ello deja de ser un buen destino para recorrer y más teniendo al lado la población de Castellar de N´Hug una de esas poblaciones que guardan su encanto. Perderse por sus calles adoquinadas y respirar la pureza de la Sierra del Cadí como telón de fondo, siguen siendo pequeños privilegios que aún en tiempos de crisis nadie nos puede desposeer.
En los alrrededores de Castellar también podemos acercarnos al interesante Museu del Ciment del Clot del Moro, que anteriormente fué una fábrica cementera; lo que más llama la atención es su construcción con aire gaudiniano, delante de la fábrica hay la estación de un pequeño tren turístico de recorrido Castellar - La Pobla.
Clot del Moro
Ya para terminar la jornada y volviendo dirección a Barcelona podremos hacer una parada en el pantano de la Baells para observar el monasterio de Sant Salvador de la Vedella y como no, después de una dura jornada de fotografía intensa que mejor que un buen plato de "rovellons" (hongos) típicos de la comarca del berguedá.
La Baells
