Pasaremos por un lago situado en el interior de la abadia y podremos observar como la roca hace de sustento de dicha construcción.
A lo largo del recorrido tendremos la oprtunidad de visitar dos cuevas, una con luz artificial ya que su profundidad no deja penetrar luz natural...
...y la otra con la luz natural que entra por sus grietas y que nos permiten tener una ventana al exterior y poder admirar donde nos encontramos.
El final del recorrido nos lleva a una pequeña hermita con una conservación en perfecto estado al igual que todo el lugar.
Lástima la sequía que estamos pasando que es en lugares como este donde te das cuenta de la gravedad del tema, donde antaño corrian espléndidos saltos de agua ahora solamente andan, pero aún así la belleza de todo el conjunto hace de Sant Miquel un sitio de obligada visita.Como siempre digo salir temprano de la cama, a partir de las 10 de la mañana podemos pasar a disfrutar de la tranquilidad, a partir de las 12 solo disfrutaremos...
Vista de la Vall del Tena.