Serra de L´Albera

Aquí estamos nuevamente después de unos días sin nuevo material, en parte a causa del mal tiempo y también porqué hay días que la ruta sale fallida y el material no me parece adecuado.

Sin más preambulos empezamos la ruta de hoy que nos lleva al paraje natural de La Albera.

La Albera agrupa varios municipios, en esta ocasión tenía previsto visitar dos puntos en concreto: El Castillo de Requesens y Sant Quirze de Colera.

A Requesens se accede desde el municipio de Cantallops a pocos kilómetros de la Jonquera, una pista forestal no apta para turismos con suspensiones blandas nos lleva hasta las puertas de este imponente castillo que previo pago de 2€ tendremos el privilégio de admirar por dentro y hacernos una pequeña idea de como eran las vidas allí dentro.

Debo advertir que el castillo se encuentra abandonado pero su estructura sigue intacta y vale la pena perdernos por su interior laberíntico e ir descubriendo las estáncias que componen su interior.

Seguidamente unas imágenes que muestran algunas partes del castillo tanto del interior como del exterior.

Exterior desde una de las murallas

Parte de la casa inferior

Fuente exterior

Estanque pequeño

Muralla almenada

Estanque exterior

Capilla

Almacenes

Pasillo

Cuadras

Aunque parezca que es una visita rápida vale la pena entretenerse y disfrutar sobretodo de las vistas que tenemos de la Albera desde las torres del castillo.

Recordar también que desde Requesens salen varios caminos senyalizados para recorrer este paraje, por ejemplo la ascención al Puig Neulós.

Después de la visita de este castillo y perdernos literalmente en su interior mi siguiente parada era cerca de allí, en la población de Rabós d´Empordà donde encontraremos el monasterio de Sant Quirze de Colera.

A Sant Quirze llegaremos atravesando otra pista forestal pero en esta ocasión en mejor estado que la anterior, seguramente debido en parte al restaurante que hay junto al monasterio y en el que podremos calmar nuestro apetito rodeados por los verdes de la Albera.

El monasterio se encuentra ubicado en un paraje único rodeado por praderas donde el ganado campa a sus anchas y al fondo las montañas de la Albera con todo su esplendor.

En esta ocasión me limité a una visita exterior tanto del monasterio como de su entorno y cual fué mi sorpresa al encontrar a un jabalí de un tamaño considerable paseando a sus anchas por el lugar, lo cual nos da una idea de donde nos encontramos, en plena naturaleza sin que nos lleve a engaño la preséncia de un restaurante.

Circular por las carreteras secundarias que unen estas poblaciones también es un descubrir de bonitos rincones, aquí un par de muestras.

Y hasta aquí los rincones de hoy, informar a los adictos a los paisajes y las rutas que me leen que las próximas paradas serán una por la Costa Brava y otra por el Valle de Aran, pero eso ya es otra história.