domingo, 15 de junio de 2008

Delta del Ebre

Este fin de semana mi destino ha sido el extremo más al sud de Catalunya, concretamente la reserva del Delta del Ebro.







Es un rincón esprectacular, una basta extensión de terreno interminable, rodeado de inmensos campos de arroz y lágunas repletas de aves.





Una vez aposentado en el hotel situado en la población de Deltebre y después de acercarme al Ecomuseu a pedir unos mapas y un poco de información sobre las posibles rutas, me dirigí a la playa del fangar, donde podemos encontrarnos las dunas mejor conservadas de España y al final del recorrido el faro en medio de una tremenda soledad y silencio solo interrumpido por el paso de aves.



El Delta se puede recorrer casi todo en coche, pero si la inteción es no perderse ningún detalle lo mejor es andar o alquilar una bicicleta. En este caso la ruta hacia el faro la hice a pie con una duración de unas 2 horas hasta el faro, pero gracias a ello pude fotografiar las bonitas dunas y como no el faro.




Al siguiente día la intención era hacer la primera parte del recorrido en bicicleta para completarlo en coche, recordemos que las extensiones son muy grandes y lo que en el mapa parece cerca después se hace inalcanzable.

Solo hay dos posibles formas de cruzar el Ebro para entrar en la reserva, con los transbordadores o por el puente situado en Amposta, en este caso utilicé el transbordador.

Una vez situado al otro lado del rio, mi primera parada fué la Casa de Fusta.




La Casa de Fusta en un centro de información además de un museo con una construcción muy llamativa que vale la pena ver, hay que pagar una entrada, pero gracias a la amabilidad y poca afluéncia de público ese día me permitieron entrar y pude fotografiarlo.

En este mismo punto pude alquilar una bicicleta para dirigirme a la laguna de la Encanyisada que fué la primera de las que visté este día.






El camino que seguí rodeaba toda la laguna pudiendo ver algunas curiosidades deltaicas, como sus criaderos de mejillones y algunas "barracas" tipicas de los recolectores de arroz.











De vuelta a la casa de fusta, crucé el pueblo de Poblenou del Delta, parada obligatoria por su fisonomía de casa blancas contrastadas con palmeras, rodeado por sus 4 costados de arrozales.








Después de un repostaje degustando los arroces del delta, puse rumbo a la Banya.


La Banya es una pequeña isla unida a tierra a traves del Trabucador que es un fino camino de arena sobre el mar que tiene su fin en unas salinas impresionantes que destacan con el azul del mar, desgraciadamente es una zona del parque protegida y no se puede acceder.


El problema es que estaba la puerta abierta...


Pero mejor no arriesgarse porque después alguién cerró y me quedé 1 hora dentro hasta que me sacaron, aunque lo visto allí no se puede describir...
Después del pequeño susto ya solo disponía de tiempo para recorrer el otro extremo, debo advertir que a las 6.30 p.m. la abundáncia de mosquitos es espectácular, los repelentes creo que los atraen.

El final del recorrido fué la Illa de Buda repleta de flamencos y otras espécies de aves, desde el mirador de la Alfacada podemos observar un poco la olografía del terreno y acernos una buena idea de donde estamos, al mismo tiempo podemos ver un pequeño mirador al otro lado de un canal que parece no tener acceso, pero en cambio esta rodeado de una fauna espectacular, este es el mirador interesante y su acceso es cruzando el canal con un transbordador manual en el que cargas el choche y girando una rueda se mueve, el problema es si cruza alguien mientras estamos al otro lado no podremos volver, por suerte en esta ocasión salió bien la operación y disfruté haciendo fotos al otro lado.


El Delta es un paraje espectácular, al principio parece todo muy monótono, arrozales interminables divididos por canales de inundación, el verde es el color predominante en esta época, pero cada estación tiene su color.


En cuanto al tema aves, las méjores horas son al alba y al atardecer, aunque en todo momento se nos cruzaran ejemplares de grandes dimensiones que no sabremos de donde salen.
Pues esta ha sido mi primera aproximación al Delta del Ebre, un rincón para saborearlo en varias ocasiones y del que espero que os hagais una pequeña idea de lo que podemos encontrar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un reportaje impresionante, una gran ayuda para futuros visitantes del Delta.
Felicidades!!!

Anónimo dijo...

Veig que treus profit al 10-20... quina enveja, jo amb prou feines l'he tret de paseig.

jburgada.